sábado, 13 de septiembre de 2008

Estos ultimos dias la vida me sonrie mostrandome absolutamente todos sus dientes, o bien, me es antipatica como nunca lo fue en todos estos años. Voy a Bariloche en tan solo seis dias, no se si sera el estrés, las ansias, las apuradas, las corridas. Pero en mi casa, las cosas no andan tan bien. Mi mamá decidió tejerme un gorro para poder abrigarme con algo las orejas (de mas está decir que la cara también). Cuestión que le había preguntado si se podía hacer con orejeras (al estilo Chavo del Ocho). Me dijo que si se podía, pero que tenía que preguntar cómo. Ok, todo bien hasta ese momento.
Resultó ser que dichas orejeras no habían quedado como yo imaginaba (en realidad quedaron muchísimo mas feas de lo que mi mente dibujaba). La terminación no era redonda, sino todo lo contrario. Eran bastantes cuadradas. Lo peor es que estuvo toda la tarde luchando con ese puto gorro, y no tuve peor idea que decirle "Mami, ¿los orejeras son asi, o todavía no las terminaste?". Y ahí, puedo afirmar, que tendría que haber cerrado mi boca.
Nunca pensé que después de decir eso iba a estallar en lágrimas. Nunca pensé que la iba a hacer sentir tan mal que no iba a querer hacerme más nada después. Nunca pensé que me iba a hacer sentir tan culpable.
Lo único que dije fue que no me gustaban cómo estaban quedando, que prefería que haga el gorro simple. Jamás se me cruzó por la cabeza que todo el trabajo que estuvo haciendo durante todo el día, fue tan solo para mi desconformidad.
Perdoname vieja, pero no me di cuenta. Se que soy una mierda a veces, pero es que no lo hago a propósito, te pido mil disculpas.
Se que no soy perfecta, y tampoco quisiera serlo, pero por favor entendeme mamá. Las cosas no las hago a propósito aunque mil veces pareciera que si. Las cosas me salen sin pensarlas, y aunque se que debería poner el mínimo esfuerzo para poder cambiarlas, no me sale, y vuelvo a tropezar con la piedra que pisé tantas veces antes.
Perdón mami, no fue mi intención.

viernes, 5 de septiembre de 2008

Sinceramente estoy dispuesta a abandonar todo esto, pero no se si estoy lista, no se si quiero. Quiero despedirme de estos pensamiento psicoticos, de esta inmadurez, pero al mismo tiempo no se si estoy preparada para madurar, para decir un adios definitivo a algo que marco mi adolescencia, a algo que me acompaño en todos estos ultimos años. No se si estoy lista para ponerle un fin a este libro, comprar uno nuevo y comenzar a escribir como si nada hubiera pasado, y lo peor: no creo que sea capaz de hacerlo.
Se que en algun momento, esta despedida tiene que llegar, pero no se si quiero que ese dia toque mi puerta y me haga abrir los ojos de que yo mismo provoco mi autodestruccion, de que asi no soy feliz, de que no quiero estar de esta forma. Lo mas raro es que yo quiero seguir viviendo asi, porque es lo unico con lo que me descargo. El no comer, las arcadas, el cigarrillo, son las unicas cosas que me mantienen dentro de todo centrada y me dan fuerzas para no decaer. Se que ultimamente estoy tratando de abandonar todas estas locuras, pero es que no puedo, siento que ya forma parte de mi, que va a ser imposible sacarlo de mi cuerpo, es como si formara parte de mi piel, y que para poder quitarmelo, tendria que ir pelandome la piel de a poquito y suavemente, que va a ser tremendamente doloroso, y que definitivamente puedo afirmar que no quiero, que lo unico que me interesa es seguir como estoy hoy, y que si en algun momento me dan ganas de dejar todo esto y empezar de cero, lo hare, pero ahora no es el momento.
Se que me perjudico a mi misma, se que no es lo mejor para mi, pero me hace sentir bien, es la unica manera que tengo para autodesquitarme en problemas que quizas no tengo y me los busco yo misma, o que si tengo y los exagero al nivel 100.
Tambien soy conciente de que no solo me hago mal a mi misma, sino tambien a mis seres queridos, seres que se que van a estar no solo hoy, sino cuando mas los necesite y que voy a poder contar con ellos cuando se me canten las ganas. Pero a todos ellos, sepan que no es con ustedes, que es yo contra mi propio yo, que es una guerra campal conmigo misma, y que si hago sentir mal a alguien o preocupar a alguien, que no deben hacerlo, porque yo estoy bien, asi me siento feliz, y es mi manera de manifestarme que tengo que avanzar, que mis problemas no me van a superar, no van a hacer que la ansiedad o las preocupaciones por X motivo me aumenten el cuerpo de grasa por no saber controlar las porciones de comida ni nada por el estilo.
Pero cuando estoy rodeada de gente me olvido, me como la vida, ingiero hasta el hartazgo. Es mas, hoy sin ir mas lejos, estoy escribiendo tras haber ido a un cumpleaños, comerme el mundo entero de pizzas, y beber alcohol, que es lo que mas engorda en la vida.
Sinceramente no me entiendo, me contradigo tanto..
Ojala pudiera ser como era antes, la chica que vivia mintiendo para ocultar que no comia, cuando decia que si, cuando afirmaba que habia comido en su casa, o a escondidas en clase, cuando lo unico que habia hecho fue tirar la comida en un inodoro y tirar de la cadena para que ninguna evidencia quedara a la vista. Nunca me voy a olvidar cuando un par de años atras, estaba en el baño con Mavi (mi ex amiga) y le grite que se fuera cuando ella, atonita, habia visto los pedazos de empanada flotando por el suelo, tras haber rebalsado el agua del inodoro. Por suerte ella jamas se imagino que lo que flotaba era comida..
En fin, quiero volver a todo eso, quiero que estos trece dias que quedan para poder visitar San Carlos de Bariloche sean a puro ayuno, sin ingerir ninguna comida de mas (menos de las prohibidas), y que cuando llegue el momento de poner un pie en Bariloche, tenga al menos, tres kilos de menos (es lo poco que espero).
En fin, voy a tratar que la ansiedad invada mi cuerpo para no tener que andar pensando en comida y poder concentrarme para lograr, de una vez por todas, las cosas que trato de proponerme para despues cumplirlas.