viernes, 27 de junio de 2008

Es que creo que nada en este mundo sale como yo quiero.
Los lunes y viernes, tengo solamente clases a la tarde (a diferencia del año pasado que las clases eran a la mañana y taller a la tarde). Por ende, me levanto más tarde, como más tarde, salgo de casa más tarde.
Usualmente mi viejo viene al mediodía para llevarnos a mi hermano y a mi al colegio (mi hermano es más chico que yo, va al primario). Aunque yo entro más de media hora más tarde que el (porque el entra a las 12.40 y yo a la 1.20), aprovecho que el me lleva y voy al baño.
Creo que todos nos imaginamos para qué. Siempre almuerzo (tengo que hacerlo porque mi vieja está paranoica, bien por ella) a eso de las 12.20, entonces es rápida la cosa. Salimos y media, estamos allá menos veinte. Me hago la discimulada, la saludo y corro al baño.
Me viene todo perfecto porque justo salen los chicos más chicos, entonces el baño se vacía al toque.
Y al toque me purgo. Bien por mi.

En fin, un pequeño resumen para que mas o menos vean la situación.
Ayer, mi viejo no pudo venir al mediodía, por ende, mi vieja lo llevó a mi hermano en biciceta (es fanática del ejercicio) y yo, como no iba a ir en bicicleta, esperé unos minutos para después poder tomarme el colectivo. En ese pequeñísimo tramo que estuve SOLA en mi casa (tras haber almorzado BASTANTE, o lo que yo considero bastante), me comí media alacena más o menos. Entre las cosas que comí, las que más se notaron fue una medialuna y un pan. Mi vieja está obsesionada con controlarme, y por ende, se dio cuenta.

Todo el quilombo fue cuando volví del colegio. Dios mío. Encima como yo sabía que se había dado cuenta, mentí. No me pregunten por qué, pero es que la odio. Me hace la vida imposible, es una imbécil, se mete en mis relaciones con mis amigas, les pregunta si como, si no, qué hago cuando salgo, en fin.
Ella dice que lo hace por mi, porque ya no confía, pero mi lo único que quiere es romper las pelotas!

Ya no me importa, la cuestión es que me cagó a pedos por haberle mentido por comer ua puta factura, y no me va a dejar ir a la fiesta de dieciocho de Andrés. Es una estúpida, no puede ser que por esa estupidez (que no es la primera vez que pasa) me haga tanto espamento.

Pero eso no es lo único que importa. Lo que importa de todo esto es que me refriega cosas de hace cinco años, cosas qe yo ya se y que siempre las vuelve a repetir cada vez que pasa algo de este tipo. Se lo conté a mi psicóloga (Mica) y me dijo que seria bueno hacer una cesión con mi mamá para hablar las tres juntas y tratar de entendernos un poco más. La verdad, mi primera respuesta (y mi única) fue que no, y lo va a ser siempre. Lamentablemente, con mi mamá no se puede cruzar palabra, y la que se llegara a cruzar, es para problemas.
No se si soy la única boluda que tiene el agrado de tener una forra de mamá como la mía (al menos ella dice que es eso, y que es lo que me tocó, y para alivianar los problemas agrega: pero vos sos lo que me tocaste,y yo tampoco estoy conforme, pero me la banco) Así que no se.

No se si a alguna de ustedes sus viejas las llaman una mierda por actuar como actúan y por "no tener en cuenta SUS sentimientos". ¿Tenerlos en cuenta para qué? ¿Para que de todas formas te puteen y te digan variedad de cosas solo por el hecho de que tenés una puta enfermedad que ni vos sabés por qué la tenés y que supuestamente te lo dicen porque "les arruinás la vida" cuando los que están arruinando la vida de otro en este caso, son ellos?

Juro que me hartan hasta un punto que nadie se imagina. Hasta el punto de que estoy más tiempo en mi habitación que en cualquier otro lugar. Que cuando estoy en el colegio ruego por no salir antes, para que ninguna profesora halla faltado para poder quedarme ahí, sin tener que renegar con nadie, ni soportar los gritos de ninguna estúpida que para lo único que sirve según ella es "para pagar cosas y comprar boludeces". Como si vos tuvieras un concepto más inteligente de mi JÁ!
Ya no quiero perder más tiempo hablando de ella en esta entrada, por lo menos en esta. Y como se habrán dado cuenta, no tengo mucho aprecio hacia ella. Y en cuanto a mi papá, es un dominado, y es lo que le recalco cada vez que puedo; se que no estoy confundida.

sábado, 21 de junio de 2008

Uno no siempre tiene lo que quiere.
Mis amigos ya no son parte de mi vida. Mi familia ya no me es parentezca. Estoy sola en esto. Nadie me entiende. Mi psicóloga no lo entiende. Nadie me entiende.

Solo quisiera, de una vez por todas, saber que sí puedo volver a pesar lo que solía pesar hace dos años atrás. Quiero volver a esto. Quiero sentir que puedo tocar mis huesos.
Quiero sentir que soy linda. No quiero alindarme sin sentirlo.


Lo voy a lograr..

lunes, 16 de junio de 2008

SUMMERY OF MY E.D.

Como dije anteriormente, sufro este tipo de "trastornos" (aunque no me gusta denominarlos así) desde mis trece años y medio. Ahora tengo diecisiete (próximos dieciocho). Saquen la cuenta.
Todo comenzó un día en que me dolía la panza (digamos más o menos cuando teía doce casi trece). No quería comer debido a ese LEVE dolor.
Tenía una contextura fisica hermosa. No quiero ser creída, ni mucho menos, pero realmente, para tener casi trece años estaba muy desarrollada.
Como el dolor en la panza era algo normal, mi vieja no se hizo ningún tipo de problema.

Así fue. Desde mis trece años, hasta mis próximos catorce, digamos que empecé a obsesionarme con mi cuerpo. Mi vieja un poco preocupada estaba, ya que jamás m había hecho problemas por mi apariecia. Es más, empecé a arreglarme más, a vestirme mejor, etc. Cuando fuimos a mi pediatra, (que también es psicólogo) mi mamá le preguntó si era normal. Le contestaron que si, que sobre todo a esa edad, donde no saben si son adolescentes o niños, lo más común es que se quieran ver "mejor" delante del espejo. Como es sabido, si a un padre le dicen que las actitudes de su hijo/a son normales, no han de preocuparse.

Peo volvamos. Toda esa obsesión ocurrió por algo.

Mi cumpleaños es el treinta de octubre. El verano del 2002-2003, tenía unos doce un poco pasaditos.

Resulta que todos los veranos voy a un club donde hay pileta, y que tengo buenos amigos, me conozco a todos, etc. Voy allí desde mis seis años. Ese año no sé qué fue lo que pasó por mi cabeza a llevarme a lo que soy hoy. Mi psicóloga varias veces me preguntó esto, pero no se qué responder.
Ese verano conocí a chicas nuevas (en realidad, ELLAS eran las nuevas) y eran todas perfectas. Chicas normales, de barrio, pero perfectas.
¿Cómo explicarlo? Chicas lindas, flaquitas, con una cintura perfecta, mucha confianza en si mismas, un pelo bellísimo, etc. La cuestión que ese mismo verano, había más gente nueva también. Y no eran chicas, sino chicos y disculpen pero ¡qué chicos!
La única desventaja que tenía era que yo tenía doce y ellos, dieciseis. Las chicas estas, quince y trece. (eran tres, y una de ellas tenía solo un año más que yo).

No se qué habrá sido lo que despertó ese mounstro de adentro. Quizás fue el saber que Carla (trece) gustaba de Emiliano Herman (era uno de los nuevos, y todo elclub estaba atrás de el). Y claro, ¿quién no?. Un chico morochito, de tez trigueña, ojos verdes, rulitos, ¿qué más pedir? digamos que muchos chicos morochos de ojos claros no se encuentran. MENOS si tienen cuerpo y cara de modelo.
De más está decir que a mi también me gustaba. Pero era imposible. Yo tenía doce (aunque pareciera de quince) y el, DIECISEIS. Jamás se me habría ocurrido que EMILIANO HERMAN iba a gustar de mi. Pero así fue.
Una amiga le dijo que tenía trece (me cago en un año) y bueno. Fue mi primer beso. Creo que tuve suerte (y cuando digo tuve, es TUVE, ahora no). Mi primer beso fue algo soñado, con un chico del que estaba "enamorada" A LOS DOCE (lo cual me arrepiento un poco) y con ESE chico que MY GOD!
Pero esa suerte no duró mucho. Tenía doce, era de esperar que con el primer beso iba a estar por las nubes y que me iba a imaginar que no se, iba a ser la novia al día siguiente o algo así.
La verdad fue (como era de esperarse), se comió a Carla al día siguiente. Carla era algo así como una chica rapidita, pero con carpa y que decía tener quince (já, habló la que no mintió con la edad jaja).

Quizá fue eso lo que hizo que pasara lo que pasó, qué se yo. Lo único que rescato es que cuando Emiliano vió puse a llorar, vino y me dijo que lo disculpe, pero que el no quería nada con nadie, que no era por mí y que lo que pasó con Carla era "una apuesta". Que el gustaba de mí, pero que no quería estar de novio, porque sabía que eso no era lo suyo.
Me quedé un poco más tranquila. ¿Qué más pedir que el chico que me gustaba me seque las lágrimas mirándome a los ojos, y con esos ojos, que se reflejaban en el sol y el color verde, se mezclaba con miel, y marrón? (Igual no estaba enamorada e! jaja)
Igual no terminó ahí. Dos semanas después, Noel, una de las chicas nuevas, se puso de novia con el. Yo no lo podía creer. Realmente pensé que me estaba diciendo la verdad. NOEL, encima, a la que creía mi amiga. Digamos que ese verano se resumió así. Quizás eso fue lo que más tarde, me hizo solamente preocuparme por mi cuerpo y mi apariencia, y lo que derivó en una anorexi nerviosa, y principios de bulimia.

Volvamos de ese fashback a otro más cercano.

Comenzó el 2005 (año que cumplía mis quince y me iba a Córdoba de viaje de egresados). Yo, como todos los veranos, en el club. Debe ser por eso que odio tanto las mayas y los veranos, por la exposición del cuerpo. En fin. Ese verano se cumplía un año que conocía a Adriana y Daniela, que las conocí gracias a ese club.
No se qué fue tampoco (valga la redundancia) que me hizo ser obsesivamente preocupada todo el tiempo por mi cuerpo y por lo que comía o lo que dejaba de comer. Como dije antes, a los trece me dolía la panza y por eso empecé a cuidarme.
Ese verano, tras haber comido helado, y como perdió la cadena de frío y me cayó mal, hubo una semana que estuve vomitando. Al comienzo de la que seguía me di cuenta que me quedaban las cosas un poco más grandes. Me alegró la idea de verme más delgada.
Esa semana, después de haber estado toda la anterior descompuesta, me tuve que cuidar para no volver a enfermarme. Pero no fue sólo esa semana. Siguió en la otra y la otra.
Resultó ser, que no se si mi estómago quedó atrofiado o qué onda, pero todo lo que comía, me caía mal (o yo creía que me caía mal). La gaseosa ya no la pasaba porque "siento como un fuego en la panza, ma", eso era lo que le decía. Alfajores, postres, en fin, todo lo que podría llegar a afectar al estómago de una persona, todo era predecible de un supuesto dolor de panza.
Pero como no era muy escandalosa, lo único que hacía mi mamá era servirme porciones más chicas para que me deje de romper las pelotas.

Y así siguió. Cuando empezaron las clases todo era nuevo para mi. El jean del colegio (ya que mi uniforme era pollera, pero lo cambiaron a jean) del año anterior me quedaba un poco más grande y me gustaba, encima porque ese año se usaban los "baggy jeans" con cintos, que también tenía. Empecé las clases contentísima con mi "nueva imágen" y todos la notaban, lo que me hacía aún más feliz.

Pero desde ahí llegaron los problemas. Unos meses después de haber empezado las clases, (no se si fue porque me acostumbré a verme todos los días con la misma figura, que si bien era más esbelta que antes, ya no era la figura de ese cambio drástico que era hace solo un par de meses atrás) ya no me veía "delgada" como todos decían, y estaba imaginando que me mentían.
Así fue que empecé a no ingerir comida, como lo tendría que hacer normalmente. Con el tiempo, se transformó en algo que ya no sabía por qué lo hacía. No tenía hambre, porque lo fui haciendo inconsientemente de a poco, y mi estómago se acostumbró, pero llegaron los problemas de salud, o los supuestos problemas.

En mayo, ya tenía bastantes kilos de menos, y todo lo que comía, me hacía doler la panza. Fuimos al médico. Nos dijo que podía ser por el cambio hormonal, y que me haga una dieta balanceada, que con eso iba a estar bien.

Con el tiempo me di cuenta, que tal dolor de estómago, no era real, sino que yo misma me lo buscaba. No ingería absolutamente nada entre almuerzo (mínimo) y cena (también mínima). Y por ello era que mi estómago no funcionaba como antes. Porque no lo alimentaba lo suficiente. El dolor se convirtió en algo realmente punzante y no me dejaba pasar absolutamente ninguna comida (o era lo que yo creía).
A partir de ese momento, me justificaba en mis dolores de estómago, y al mediodía, como me quedaba en el colegio y almorzaba con mis amigas, tenía que deshacerme de esa comida de una manera u otra. Lo único que hacía era, todas las mañanas cuando llegaba al colegio, iba al baño y tiraba mi almuerzo. Cuando llegaba la hora de la comida, les decia que ya había almorzado, en clase (porque no nos sentábamos juntas, siempre nos sentaban una mujer, con un varón). Como había otra chica que también almorzaba en clase, pero por el simple hecho de que quría ingerir su comida antes del horario habitual, ellas no se preocuparon.
Todo bien, hasta que mi (ex) mejor amiga, un día quiso acompañarme al baño. No se si fue el destino o que onda, pero justo esa vez, las empanadas no pasaron por el inodoro, el agua rebalsó y empezó a mojarse todo el baño. Le dije a Mavi que se valla, que quería estar sola. Se fue, y después tuve que inventar algo para que no piense nada malo (ya que había visto pedazos de "algo" flotando en el baño). No me acuerdo muy bien que fue lo que le dije pero lo que le dije funcionó JAJA.
Ya, a fines de Junio, pesaba cuarenta y siete kilos. Mi altura siempre fue la misma desde mis trece más o menos JAJA, siempre enana. En ese entonces medría un metro y unos sesenta cm. Estaba realmente MUY flaca. Pero como no me daba cuenta de que estaba sufriendo de anorexia (porque no almorzaba, las tostadas de la mañana las guardaba en la campera del colegio y las tiraba junto con el almuerzo, la merienda era lo único que MAS O MENOS pasaba, y la cena trataba de evitarla, o sino, escondía la comida en servilletas de a grandes cantidades y despues, la guardaba en una caja, que cuando ya se acumulaba comida, la tiraba en el tacho de residuos de la calle), seguía haciendo lo que hacía, sin pensar que lo que hacía era anormal.
Tuve mi primer cumpleaños de quince el primero de Julio. Ese dia era mi momento de comer (aunque no quisiera), ya que iban a estar todos, y no quería que se preocuparan. Si digo que comí lo suficiente para que no sospechen, miento. Tras no haber comido durante casi dos meses, y haberse achicado tanto mi estómago, puedo decir, que la cantidad de comida que podía ingerir no era mucha, y sobrepasé cantidades "normales".
A tal punto que mi corsé me apretaba demasiado y tuve que desabrocharlo (poniendome el saco de uno de mis compañeros).
Esa noche me sentí muy mal, lo que llevó que vaya al baño, me aprete la panza del "dolor" y vomite.

Asi empezó todo, y así sigue..
Comienzo de un nuevo blogspot


Es dificil empeza a escribir en un blog. Sobre todo si es un blog en el cual vas a hablar de cosas fuertes. Cosas que no a todas las personas les pasa (aunque últimamente, el número de afectados incrementa cada día aún más). Cosas que quizás nos toca vivir, sufrir y sentir. Cosas que quizás, por miedo a ser rechazada, uno las publica de esta forma, con miedo, escondiéndolo.
Este es un sitio donde voy a mostrar quién soy. Donde voy a contar lo que pasa por mi mente. La verdadera yo, que no se llama Camila. Ese nombre es ajeno a mi. Mi nombre es Mrs. Courie, y sufrí y sufro trastornos alimenticios.
Encantada de conocerlos.